jueves, 5 de mayo de 2016

LÁGRIMAS DE CHOCOCLATE CON CREMA DE NARANJA

Ingredientes
Para las lágrimas de chocolate
250 gr. de cobertura de chocolate

Para el mousse de chocolate
200 gr. de  cobertura de chocolate 70%
200 ml de nata montada
50 ml. de nata líquida
50 ml. de leche

Para la crema de naranja
500 ml. de zumo de naranja
Ralladura de 1 naranja
4 yemas
120 gr. de azúcar
3 hojas de gelatina
40 gr. de Maicena
150 ml. de nata para montar
Para la decoración
100 gr. de cobertura de chocolate
2 naranjas
Hierbabuena

Elaboración
De la crema de naranja
  1. Pon a hidratar gelatina.
  2. Disuelve la maicena en el zumo de naranja frío.
  3. Bate las yemas con  el azúcar hasta que blanqueen. Añádelas al zumo y mezcla bien.
  4. Pon a calentar removiendo suavemente. Cuando comience a hervir bate enérgicamente hasta que espese. Retira del fuego.
  5. Escurre bien las hojas de gelatina e incorpóralas a la crema de una en una sin parar de remover hasta que se disuelvan totalmente.
  6. Vierte la crema en un bol, tápala con un film en contacto para evitar que forme costra. Déjala enfriar a Tª ambiente y después refrigérala, al menos una hora.
  7. Monta la nata hasta que las varillas comiencen a dejar surcos (semimontada).
  8. Saca la crema del refrigerador. Bátela para deshacerla un poco, hasta que quede cremosa. Añade dos cucharadas de nata y mezcla con las varillas.
  9. Incorpora el resto de la nata poco a poco con movimientos envolventes.
  10. Reserva en la nevera hasta el momento de utilizar.
De las lágrimas de chocolate
  1. Corta  6 tiras de papel de acetato de 30 cm (o de papel vegetal de la misma longitud y unos 4 cm de ancho).
  2. Trocea el chocolate y fúndelo al Baño Mª.
  3. Corta  6 tiras de papel de acetato de 30 cm (o de papel vegetal de la misma longitud y unos 4 cm de ancho).
  4. Limpia muy bien la encimera. Engrasa una servilleta de papel con un poco de mantequilla. Pásalo por la encimera para que se peguen las láminas de acetato y evitar que se muevan mientras estamos trabajando con el chocolate.
  5. Ve poniendo las láminas de acetato  sobre la encimera bien juntas entre sí.
  6. Pasa una servilleta por encima para que se queden bien adheridas  a la encimera.
  7. Pon una capa de chocolate de unos 3 mm.  y extiéndela  sobre el acetato con ayuda de una espátula. Espera unos min a que el chocolate comience a endurecerse.
  8. Forra una bandeja plana con papel de horno.
  9. Separa una lámina de la encimera y únela por los extremos. Deposítala sobre la bandeja. Repite con las demás. Déjalas en la nevera hasta que solidifiquen totalmente.
Del mousse de chocolate
  1. Funde el chocolate al Baño Mª. Deja que se enfríe un poco, hasta los 40ºC aproximadamente.
  2. Monta la nata. Asegúrate de que esté bien fría.
  3. Une la nata líquida y la leche y caliéntalas ligeramente (unos 25ºC).
  4. Añade la mezcla al chocolate y remueve hasta conseguir una crema.
  5. Añade un par de cucharadas de nata montada y mezcla con movimientos envolventes.
  6. Vuelca esta crema sobre el resto de nata montada y termina de mezclar envolviendo.
  7. Deja reposar en el frigorífico.
De la decoración
  1. Funde el chocolate al Baño Mª. Espera a que se enfríe un poco.
  2. Ponlo en una manga pastelera y abre una punta fina.
  3. Dibuja las formas que desees sobre un papel antigraso. Mételas en la nevera hasta que se endurezcan.
  4. Despégalas del papel y mantenlas refrigeradas hasta el momento de utilizar.
  5. Pela las naranjas a vivo y saca los gajos sin piel. Resérvalos.
Del postre
  1. Retira el papel de acetato.
  2. Deposita los moldes de chocolate en el plato de servir.
  3. Pon las cremas en mangas pasteleras y abre un agujero ancho.
  4. Rellena el fondo del molde con mousse de chocolate.
  5. Llena la mitad restante con crema de  naranja. Pon unos gajos de naranja y termia de rellenar.
  6. Coloca encima tu decoración de chocolate, algún gajo de naranja y unas hojas de menta.
  7. Mantén refrigerado hasta el momento de servir.
El chocolate es originario de América  pero tal y como lo conocemos hoy en día surgió en Europa.  La primera civilización que cultivó el árbol del cacao fue la de los olmecas. Cortaban el tallo de los granos de cacao y los dejaban en el suelo húmedo de 5 a 10 días, hasta que se podrían. Así conseguían que su sabor se volviera dulzón, su olor se acrecentara y se conservara mejor. Este proceso se conoce hoy día como fermentación. Después les quitaban las envolturas  y dejaban los granos al sol para que secaran y se tostasen. Finalmente, obtenían una masa de cacao que batían con agua fría y miel para volverla más dulce. A esa bebida le llamaron xocolati.  Los granos de cacao también fueron utilizados como moneda, se les llamaba cacahuatl y servían para comerciar y  pagar impuestos.

En el siglo III, la clase alta Maya bebía el chocolate con fines ceremoniales. Lo preparaban mezclando cacao con miel, pimentón, vainilla, chile y otras especias. Cuando llegó a Europa comenzó a mezclarse con azúcar y aunque al principio era solo para clases privilegiadas por su precio prohibitivo, poco a poco fue abaratándose y popularizándose hasta convertirse en el producto de masivo consumo mundial que es hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario