Ingredientes
300 gr. de pulpo cocido
Sal en escamas
Aceite de oliva virgen extra
Pimentón de la vera y pimentón picante
Elaboración
1. Pela las patatas y córtalas en
dados de 2 cm.
2. Cuécelas al vapor hasta que estén
blandas.
3. Corta el pulpo en rodajas de 1 cm.
4. Monta las brochetas con un trozo de
pulpo y un cuadrado de patata.
5. Mezcla en un biberón media
cucharadita de pimentón de la vera y media de pimentón picante con 150 ml. de
aceite. Agita bien.
6. Calienta las brochetas al vapor
6. Dispón las brochetas de pie en un
plato o fuente honda (también puedes ponerlas en vasos de chupito
individuales).
7. Pon un chorrito de aceite con
pimentón en cada brocheta y unas escamas de sal.

En este caso, hemos
utilizado pulpo ya cocido, pero si prefieres cocinarlo tú mismo debes poner a
cocer una olla amplia con abundante agua. Cuando esté hirviendo introduce el
pulpo por la cabeza, sin soltarlo, cuenta cinco segundos; sácalo, espera a que
el agua retome el hervor y repite la operación dos veces más. De este modo la
piel se mantendrá pegada a la carne y no se desprenderá al cortarlo.
Cuando retome hervor
de nuevo, añade un buen puñado de sal gorda y déjalo cocer a fuego medio 25-30
min, desespumando cuando sea necesario. Para saber que está, pínchalo por la
parte más gruesa y comprueba la resistencia de la carne. Cuando esté blando
corta el fuego y déjalo reposar en el agua 15 min. más. Escúrrelo y deja que se
temple.
Tradicionalmente se
golpeaba al pulpo para ablandarlo, pero hoy en día esa técnica está en desuso
porque la congelación es igualmente efectiva para romper la fibra y no estropea
la carne. Por tanto, no olvides congelar el pulpo antes de cocerlo.
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