Ingredientes
1 morcilla fresca
1 huevo
Elaboración
1. Toma una lámina de pasta brick y
retira los extremos para cuadrarla.
2. Pártela en cuatro trozos y
pincélalos con huevo batido. Vuélvelos y pincélalos por el otro lado.
3. Retira la piel a la morcilla y
desmenúzala un poco.
4. Coge un poco de morcilla y dale la
forma de un purito.
5. Colócala en la parte inferior del
cuadrado a un cm. del borde.
6. Dobla los laterales sobre la
morcilla y a la vez que los sujetas, enrolla la pasta de abajo hacia arriba.
7. Rueda varias veces el rollito sobre
la mesa para que se peque y se compacte bien.
8. Repite la operación hasta hacer
todos los puritos que desees.
9. Puedes freírlos en abundante aceite
bien caliente o si lo prefieres, hornearlos a 200ºC hasta que queden bien
dorados.
Una forma divertida,
diferente y muy apetitosa de tomar la morcilla, que siempre es bienvenida en un
aperitivo. Puedes hacer esta versión más sencilla únicamente con la morcilla
cruda o puedes elaborarla friéndola con manzana o con pera, incluso con ambas.
De este modo conseguirás un toque dulzón muy agradable y una textura más suave.
Pero si cuentas con una buena morcilla con esta receta tan simple conseguirás
un resultado estupendo, lleno de sabor y con el “crunch” tan rico que le
proporciona la pasta brick.
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