martes, 26 de enero de 2016

GACHAS SERRANAS


Ingredientes
1 vaso de agua
1 vaso de leche semidesnatada
2 cucharadas soperas de harina
2 cucharaditas de margarina
Anís en grano o estrellado
Canela en rama y molida
4 cucharadas soperas de azúcar
1 manzana roja
1 manzana verde
1 limón
1 puñado de nueces
Elaboración
  1. Pon a infusionar el agua con una rama de canela y 1 cucharada de anís en grano.
  2. Derrite el azúcar hasta que se vuelva líquida y tome un color dorado (caramelo).
  3. Cuela la infusión y añádela al caramelo con cuidado, para que no te salpique.
  4. Remueve suavemente hasta que se deshaga. Deja reducir unos minutos.
  5. En una sartén pon a calentar la margarina hasta que se derrita.
  6. Añade poco a poco la harina removiendo continuamente para que no salgan grumos.
  7. Incorpora poco a poco la leche caliente sin dejar de remover, hasta que espese.
  8. Incorpora la cocción de la misma manera.
  9. Deja hervir sin parar de remover hasta que tenga la textura adecuada (como una
  10. bechamel ligera).
  11. Sirve en las cazuelitas de barro o boles pequeños.
  12. Lava bien las manzanas y pártela en dados de 1 cm. sin pelar. Envuélvelos bien en zumo de limón.
  13. Ponlos pon encima de las gachas, introduciéndolos ligeramente. Coloca también unos trocitos de nuez.
  14. Deja enfriar en el frigorífico
  15. Espolvorea un poco de canela antes de servir.
Las gachas son uno de esos platos antiquísimos que han salvado a tantas generaciones de la hambruna. Era una receta humilde a base de harina frita en grasa y cocida  en agua. Las gachas dulces surgieron con la necesidad de utilizar este energético alimento en el desayuno, añadiéndoles azúcar. Existen muchísimas versiones puesto que han evolucionado de diferentes maneras según las regiones e incluso dentro de las mismas provincias. Por ejemplo, esta receta está inspirada en las que se elaboran en la sierra de Cazorla, que difieren ligeramente a las de la capital.
Las gachas dulces se han convertido en un plato que se come tradicionalmente el día de Todos los Santos, aunque tristemente, es una receta que se va perdiendo y que muchos jóvenes y la mayoría de los niños no conocen.
Hemos querido homenajearlas con esta versión algo más ligera, pero que mantiene la esencia. Sustituimos manteca o  mantequilla por margarina (también podríamos utilizar aceite, aunque afectaría más a la textura), utilizamos la leche semidesnatada en lugar de entera y cambiamos los picatostes por la manzana y las nueces que también nos aportarán una textura crujiente pero evitan el exceso de grasa de la fritura del pan y añadir más carbohidratos. Si la ración es moderada, podemos permitírnosla y mantener este plato que merece ser conservado en nuestra tradición.

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