Ingredientes
Para el plato y la salsa
2 filetes de
secreto ibérico
¼ kg. de
setas
1 cebolla
pequeña
2 dientes de ajo Aceite Margarina Sal, pimienta negra molida 150 ml. de nata
Elaboración
|
Para la guarnición
2 zanahorias
1 manojo de
espárragos
100 gr. de judías
verdes
8 tomates cherry
Sal
Aceite de oliva
|
De
la guarnición
- Pela las zanahorias, retira la parte dura de los espárragos y quita la brizna a las judías.
- Lava todas las verduras.
- Córtalas en juliana todo lo fina que puedas con ayuda de un pelador.
- Escáldalas un min. en agua hirviendo con sal.
- Sácalas a un bol con agua helada.
- Cuando se hayan enfriado bien escúrrelas. Reserva.
- En el momento de servir añade sal en escamas y un chorrito de aceite.

Del
plato y la salsa
- Pon a hervir la mitad de las setas en un cazo con un poco de sal. Deja cocer una media hora hasta que estén blandas.
- Tritúralas con una pequeña parte del agua de cocción hasta convertirlas en puré.
- Pela y pica muy finos la cebolla y los ajos.
- Pon una sartén con dos cucharadas de margarina y un chorrito de aceite. Pocha la cebolla y el ajo a fuego medio.
- A media cocción añade las setas restantes. Deja cocinar hasta que las setas doren un poco. Sala cuando el sofrito comience a perder el agua.
- Retira todo el aceite.
- Agrega el puré de boletus y la nata líquida, salpimenta y hierve el conjunto durante dos minutos.
- Retira la grasa externa del secreto, si es necesario.
- Asa en una plancha a fuego muy fuerte con unas gotas de aceite hasta que consigas una costra dorada por fuera. Sazona.
- Pon un bouquet de verduras, el secreto troceado y un par de tomates cherry. Salsea ligeramente la carne y pon el resto de salsa en un recipiente aparte para que cada comensal se añada a su gusto.
El secreto es una carne muy gustosa por su
textura y su sabor intenso, aunque bastante grasa. Por eso, en esta ocasión,
optamos por una guarnición muy ligera a base de verduras brevemente escaldadas
y tomates crudos. La salsa también es bastante ligera a base de más verduras.
Si quieres puedes eliminar la nata o sustituirla por leche. La idea es
equilibrar los platos para que podamos disfrutar de todos los alimentos. De cualquier
manera puedes sustituir la carne por otra de tu agrado o más adecuada para tu
dieta, si lo necesitas. Resultaría muy bien con lomo o solomillo o incluso con
pollo, pechuga o muslo deshuesado.
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