Para
la pasta
300 gr. de harina
3 huevos
1 cucharada de aceite de oliva
5 gr. de sal
Para
el relleno
3 dientes de ajo
1 bolsa de espinacas frescas tiernas
100 gr. de bacon en tiras
100 gr de queso semigraso
Aceite de oliva
Para
la salsa
2 manojos de espárragos
½ copita de brandy
2 vasos de agua
100 gr. de crema de queso
Sal y pimienta
Aceite de oliva
Elaboración
De
la pasta
2. Remueve con fuerza con ayuda de una
cuchara. Cuando se hayan integrado los ingredientes sigue con la mano,
apretando con fuerza hasta que la masa se despegue de las paredes.
3. Pasa la masa a la mesa enharinada y sigue
amasando, añadiendo un poco de harina de vez en cuando para que no se pegue,
hasta que consigas una masa suave y lisa. Es bastante dura, tendrás que amasar
con energía.
4. Deja la masa reposar una hora tapada con
un paño.
5. Pártela en 4 trozos (mientras estiras uno,
mantén los otros tapados).
6. Enharina de nuevo la mesa y estira con el
rodillo una de las porciones dándoles forma rectangular y un grosor de 1 cm.
Repite con las demás.
7. Recorta los filos para igualar los
rectángulos.
8. Deposita pequeñas porciones de relleno
dejando espacios de 1 cm.
9. Tapa con otro rectángulo y presiona
ligeramente para sacar el aire. Corta los raviolis y repasa el filo con un
tenedor para sellarlos bien.
10. Pon a hervir abundante agua con sal y un
poquito de aceite.
11. Echa los raviolis poco a poco para evitar
que se pequen entre sí.
12. Deja cocer 12-15 min. según te gusten de
duros.
13. Escurre y agrega inmediatamente a la
salsa.
Del
relleno
1. Pon las espinacas en una olla con un poco
de sal y medio vaso de agua.
2. Tapa y cocina a fuego medio durante 3-4
min.
3. Escurre muy bien las espinacas y pícalas
finas.
4. Pela los ajos y pícalos en brunoise fina.
5. Fríe los ajos y cuando comiencen a dorar
añade el bacón cortado en tiras.
6. Deja que dore y añade las espinacas.
Cocina todo junto unos minutos y añade el queso rallado; remueve hasta que se
funda.
De la
salsa
1. Retira la parte dura de los espárragos,
lávalos y pártelos en tres trozos.
2. Saltéalos a fuego vivo con unas gotas de
aceite hasta que doren.
3. Añade el brandy y flambea.
4. Echa el vino, deja que evapore el alcohol,
agrega el agua y deja cocer unos minutos hasta que los espárragos estén
blandos.
5. Añade 4 cucharadas de crema de queso y
salpimenta.
6. Pasa todo por la batidora hasta obtener
una crema ligera; si es necesario añade más agua.
La pasta fresca casera no es difícil de hacer, aunque si algo
laboriosa. Lo más complicado es estirar bien las láminas para darles el grosor
y la forma adecuados. Si te aficionas a este tipo de pasta, existen unas máquinas
en el mercado bastante asequibles. De todas maneras es
divertido hacerlo a mano y una estupenda manera de practicar con el rodillo
para convertirte en un experto. A los niños les encanta utilizarlo y cortar y
prensar los raviolis; una buena excusa para pasar tiempo con ellos y
desarrollar sus habilidades culinarias y su paciencia.
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