Nuestra compañera Pilar, a pesar de estar pasando un duro momento personal por la perdida de su padre, no quiso perderse el inicio del curso y demostrando su fortaleza y valentía asistió a clase y cocino tan bien como siempre, acompañada por Ana.
Iniciamos el año con un menú ligero y saludable para contrarrestar los excesos de estos días festivos.
La comida saludable no tiene por que ser insípida o aburrida como demuestran estos platos.
INGREDIENTES
2 pimientos rojos
1 endibia
4 tomates cherry
4 dientes de ajo
350 gr. de bacalao fresco o congelado
1 lechuga romana
Aceite de oliva virgen
Crema balsámica de vinagre de Módena
Sal
ELABORACIÓN

2. Mételos en el horno a 200ºC y deja que doren por una cara, vuélvelos
y espera a que doren por la otra (30-40 min. en total).
3. Sácalos del horno y cúbrelos con papel de aluminio. Déjalos enfriar.
4. Retira el corazón, las pepitas y la piel.
5. Pártelos en tiras de un cm de grosor; alíñalos con aceite y sal.
6. Lava la lechuga y escúrrela muy bien; pártela en juliana gruesa.
7. Separa las hojas de las endibias.
8. Parte los tomates cherry por la mitad.
9. Pon la lechuga en el centro del plato y sálala ligeramente.
Distribuye 8 hojas de endibias alrededor. Pon medio tomate sobre cada hoja.
10. Reparte las tiras de pimiento asado por encima de la lechuga.
11. Retira la piel del bacalao y pártelo en tacos de 3 cm.
12. Pela los ajos y lamínalos finos.
13. Calienta una sartén con un buen chorro de aceite, fríe los ajos
hasta que doren; añade los tacos de bacalao y cocínalos a fuego medio durante 3
o 4 min.
14. Echa los ajos y el bacalao por encima de la ensalada y termina con
unos hilos de crema de Módena.
Una ensalada poco
calórica y muy nutritiva. El bacalao contiene muy poca grasa y proteínas de
gran calidad biológica; los pimientos y tomates aportan una buena cantidad de
vitaminas y antioxidantes, sin olvidarnos de las propiedades diuréticas y
laxantes de la lechuga y la enorme lista de efectos beneficiosos de los ajos,
entre ellos los antiinflamatorios y circulatorios. Además de una buena cantidad
de fibra y agua y las fantásticas propiedades del aceite de oliva.
Las ensaladas templadas
son muy agradables por el contraste de temperaturas y texturas y muy apetecibles
en invierno cuando nos cuesta más ingerir alimentos fríos.
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