Para mí ha supuesto unos de esos escasos momentos en la vida en que los deseos se convierten en realidad.
La primera vez que entré en la Universidad Popular sentí que algún día impartiría cursos allí. Por aquel entonces ni siquiera sabía de qué, pero experimenté una sensación de pertenencia a aquel lugar difícil de explicar como no sea en el plano de la intuición.
Unos años después, el azar me llevó a la ludoteca de verano y a los cursos de cocina para niños y, aunque estoy encantada y he disfrutado cada momento de esos cinco veranos, seguía habiendo algo que me decía que algún día implementaría los cursos de adultos.
Y ese día ha llegado este año. De nuevo el azar me ha traído y, vuestro apoyo y cariño, me han permitido quedarme. Es algo que evidentemente no puedo olvidar.
Quiero despedirme agradeciéndoos vuestra confianza, paciencia, tolerancia y fidelidad.
Ha distado mucho de ser perfecto, pero ha sido divertido y entrañable y algo habremos aprendido. Yo, desde luego, mucho. Gracias.
Os espero el curso que viene. A los que no podáis o no queráis volver, un abrazo enorme y hasta siempre. A los demás, hasta pronto.
Buen verano.
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