Ingredientes
2 cebolletas tiernas
200 gr. bacalao
desalado o punto de sal
1 huevo
1 vaso de harina
1 vaso de agua de
cocción o desalado
Perejil
Sal
Aceite
Elaboración
1. Desala el bacalao
durante 48 h. cambiando el agua cada 12 horas. Reserva un vaso de la última.
Seca el bacalao con papel absorbente.
2. También puedes
utilizar bacalao congelado. Descongélalo, ponlo en un cazo con agua fría que lo
cubra, llévalo al fuego y justo cuando vaya a comenzar a hervir retíralo.
Reserva un vaso del agua de cocción.
3. Sácalo, escúrrelo
bien y sécalo con papel absorbente.
4. Retira la piel y
pícalo fino.
5. Pica todo lo finas
que puedas las cebolletas aprovechando un poco de la parte verde y el perejil.
6. Separa la clara de
la yema del huevo y monta a punto de nieve la clara.
7. Bate la yema, añade
la cebolleta, el bacalao, el perejil y el agua de cocción, incorpora la
harina poco a poco batiendo para que no se formen grumos.
8. Incorpora la clara
a punto de nieve y mézclala con la masa con movimientos suaves y envolventes.
9. En una sartén
engrasada caliente echa medio cacito de la masa, deja que se cuaje y dale la
vuelta.
El
bacalao se puede preparar de innumerables maneras, hay recetas para todos
los gustos. Esta es sin duda una de las más humildes, pero no por ello menos
sabrosa. Receta tradicional del tiempo en que era necesario optimizar los pocos
recursos y el hambre agudizada el ingenio. Un poquito de bacalao de las partes
sobrantes del despiece era suficiente para llenar de sabor el plato. La
cebolleta para resaltar y dar contraste, la harina y el agua para engordarlo.
Con un solo huevo un montón de tortillitas. Gracias abuelas y bisabuelas por
manejaros tan bien con las dificultades y habernos legado vuestra maravillosa
herencia culinaria. No nos vendrían nada mal unos cursillos de economía
doméstica de estas mujeres con los tiempos que corren. Nuestro respeto y
admiración.

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