lunes, 21 de abril de 2014

ROSQUILLAS DE HUEVO


Ingredientes (4 personas)
1 huevo
3 cucharadas de azúcar
3 cucharadas de zumo de naranja
2 cucharadas de aceite
Harina (la que admita)
Ralladura de naranja y limón
La piel de un limón
Una cucharadita de matalahúva
Un chorreón de anís
1 cucharadita de levadura en polvo
Aceite para freír
Azúcar y canela para emborrizar
Elaboración
1. Desahúma  el aceite con la corteza de medio limón y la matalahúva. Cuando dore la cáscara, aparta y deja enfriar con los aromáticos dentro.
2. Bate el huevo, incorpora el azúcar y vuelve a batir hasta que blanquee. Añade el aceite colado, la ralladura de medio limón y media naranja, el anís y el zumo de naranja.
3. Sin dejar de batir añade la levadura y harina poco a poco, tamizándolas. Debes conseguir una masa que se pueda trabajar, pero lo más ligera  posible o las rosquillas quedarán duras.
4. Parte pequeñas porciones del tamaño de una nuez. Enharínate continuamente las manos para poder trabajar.
5. Estíralas como si fueran churritos, une las puntas para darles forma de rosco.
6. Fríelas en abundante aceite caliente, pero no demasiado para que se hagan por dentro. Debes freírlas a fuego medio.
7. Escúrrelas sobre papel absorbente.
8. Rebózalas con  una mezcla de azúcar y canela.
No dejo de sorprenderme con la repostería tradicional. Cómo es posible que con los mismos ingredientes básicos, azúcar-harina-huevo, las abuelas hayan creado tantísimas recetas con dos denominadores comunes: su economía y su sabor. ¿Cocina creativa? Un 10 a la creatividad de estas mujeres ingeniosas que con recursos escasos obtenían provecho máximo.

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